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Por Cuba y la Patria Grande

Dos hombres y un ideal: La paz

Dos hombres y un ideal: La paz

Por: Ana Hernández Hernández

En estos días tan convulsos y tormentosos, sirva este mensaje de Fidel y Hemingway,2  hombres que ofrecieron y ofrecen sus votos para pedir un tantico de PAZ para el mundo.

Cuando en el año 1929 Ernest Hemingway dio a la luz su novela dramática ambientada en la Italia de la Primera Guerra Mundial, “Adiós a las armas”, estaba muy lejos de suponer, que 81 años después, la humanidad corriera, diría yo, peores peligros de exterminio total que en aquel entonces.

El emblemático escritor estadounidense recrea sus propias experiencias en el conflicto bélico y de forma minuciosa recorre escenarios intercalando escenas de pasión, candor y sentimientos con la dura y desgarradora crudeza de la guerra.

A colación traigo mi reflexión, pues al retomar  el Mensaje de Fidel contra la Guerra Nuclear, y hoy un tanto más aca en el tiempo, “La inevitable guerra de la OTAN”, en sus 2 partes,  volví a las páginas y mensajes de aquella obra que como material de estudio tuve en la universidad, claro que, los escenarios, los tiempos y por tanto los móviles que apuntan a la guerra que se refiere nuestro Comandante en Jefe, son diferentes, aunque los desenlaces pudieran ser similares, sí creo que en los momentos actuales serían muchísimo más trágico.

Nuestro líder lo deja bien claro con su verbo preciso y certero, cuando la humanidad corre semejante peligro no debe haber un ser humano que se dé el lujo de mostrar indiferencia, ni podrá perderse un minuto para exigir respeto al sublime derecho de existir.

Sería oportuno preguntar: ¿Solo habrá daños colaterales, como suelen argumentar políticos y militares estadounidenses? Y... preguntar también: ¿Le preocupa a Estados Unidos y sus fieles aliados de La OTAN el pueblo de Libia o las riquezas naturales de esa zona?

Para quienes todavía tengan el poder de razocinio saben muy bien que una guerra en los momentos actuales, como a la que al parecer estamos abocados, solo con una orden de apretar el gatillo, los daños colaterales serían la desaparición de la vidaen la milenaria tierra.

Por eso  cuando hoy por una buena parte del  mundo doblan las campanas de la guerra, busqué inmediatamente la similitud en los  mensajes, de Fidel y Hemingway  cuando el primero dijo….  todo lo que sirva para hacer guerra debe desaparecer”, con aquel sugerente título del segundo, en su novela  “Adiós a las Armas”.

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